¿Qué hacer cuando tu familia te excluye?
¿Por qué mi familia me rechaza cuando pienso diferente a ellos? Toda tribu para sobrevivir, necesita mantener a través del tiempo sus costumbres y creencias. Se separa, rechaza o destierra a todo aquél que pretenda ser diferente, porque sólo así se mantiene la semilla heredada de los ancestros. Por lo tanto, si quiero mantenerme dentro del clan, seguiré siendo el pequeño. ¿Qué significa esto? Que debo seguir viviendo según sus preceptos y costumbres. Para que nuestro desarrollo pueda continuar debo decidir en algún momento construir mi propia brújula de vida con eso que me han dado. Pero, ¿Es posible hacer esto sin que me destierren de la tribu? Lamentablemente la mayoría tiene que ser desterrado, porque indica el inicio del viaje del héroe. Puede que, en un principio, nos sentimos huérfanos y nos mantengamos cerca de ellos pero el verdadero poder se encuentra en todo lo que aprenderemos en el viaje hacia el centro, una consciencia mucho más grande. Te excluye realmente tu familia? No, nos excluimos nosotros mismos. Con pensar de manera diferente al sistema, con nuestras actitudes y acciones que ofenden las normas establecidas. Eso hay que asumirlo con valentía y en lugar de culpabilizarles, hacernos responsables de nuestras propias decisiones. Comprender que ellos simplemente quieren mantener el sistema y que no nos están atacando, sino que hemos ido desarrollándonos y ya ha llegado la hora de nuestro propio “alumbramiento”. El espacio se ha quedado pequeño para nosotros. Debemos salir de nuevo al mundo, como lo hicimos alguna vez del vientre de nuestra madre. Qué hacer cuando me siento excluido de mi familia? Comprender que es necesario el destierro para la propia evolución Agradecer lo que me han dado y hacer lo que hagamos en su memoria Respetar sus costumbres y su manera de ver la vida sin hacer juicio de ellos Construir nuestro propio legado con eso que nos han dado y con nuestra propia experiencia para la siguiente generación. Recuerda siempre que la vida no se detiene y que siempre va hacia adelante. Debemos seguir nuestro camino con un corazón humilde por todo lo recibido, reconociendo que no hubiese sido posible sin ellos. Aunque ilusamente creo que me separo de mi familia y que lo hago diferente a ellos, un día descubriré que en mi sistema familiar siempre prevaleció el servicio. Entonces, en ese momento, comprenderé que jamás me fuí, jamás fui desterrada…simplemente extendí el territorio.
