Querida vida, hoy suelto todo aquello que no me pertenece más. Comprendo que aferrarme a lo que no es para mi, me causa un daño innecesario. Mantener en mi vida a personas tóxicas es un constante conflicto y una auto limitación personal. Esperar a que la persona que me dejó vuelva arrepentida es un desgaste continuo, un daño interminable a mi amor propio. Querer que todo suceda como yo espero supera mis expectativas y me hace sentir insuficiente. Necesitar el cariño de quien me rechaza me destruye y no me permite visualizar otros horizontes. Esperar a que mi relación mejore en algún momento, me hará permanecer como un alma estática y sin luz propia. Dejar que otros decidan por mi por ese miedo absurdo de fallar, me hará permanecer en una zona de confort. Por eso hoy suelto con cariño lo que nunca me ha pertenecido. Me abrazo como un alma libre dispuesta a sanar todo el daño que se a causado a sí misma. Aprendo a amarme de una forma generosa empezando por cerrar cada ciclo que me destruye. Suelto, libero, fluyo y acepto.
