Todos conocemos a un buen número de personas que tienen todo lo que se necesitaría para ser feliz, y que no son felices, porque quieren algo adicional o quieren más de lo mismo. Y todos conocemos personas que sufren muchas desgracias, desgracias que nosotros mismos no querríamos tener, y que son profundamente felices. Irradian felicidad. Uno se sorprende. ¿Por qué? Porque se sienten agradecidas. Así que no es la felicidad la que nos hace agradecidos. Es el agradecimiento el que nos hace felices. Si creen que es su felicidad la que los hace agradecidos, piénsenlo de nuevo. Es el agradecimiento lo que los hace felices.
David Steindl-Rast
