DEJA DE PENSAR EN TODO LO QUE TE PREOCUPA…
¡Y pensar que hay incluso a quien le parece hasta inmoral no estar preocupado! Pero la preocupación nunca soluciona nada. ¡Nunca! Por mucho que nos preocupemos, no cambiaremos nada. Lo único que provocamos es que por virtud de la poderosa ley de la atracción, atraigamos precisamente aquello que más nos preocupa. Recordemos que si somos capaces de «creer», todas las cosas nos son posibles. Jesucristo dijo: «¿Por qué teméis, hombres de poca fe?». De todas formas, esta otra explicación del escritor y conferencista espiritual Neale Donald Walsch, les puede aportar más luz en relación a este tema: «¿Por qué estás preocupado hoy? ¿Por qué? En lugar de preocuparte por eso, ¿no sería mejor utilizar esa energía mental para visualizar un resultado positivo? Utiliza tu mente de esta manera hoy y habrás descubierto una de las herramientas más extraordinarias que Dios ha puesto en tus manos para la creación de los mañanas».
