EL PODER DE DECRETAR…

EL PODER DE DECRETAR…

Decreta aquello que anhelas y agradece como si ya lo tuvieras, que ese sea el pensamiento que envías al universo.

Luego, conserva la calma y reafírmalo a diario, sin permitir que las semillas de la duda y la ansiedad corrompan tu petición.

Al final del decreto di. En armonía para todo el mundo y de acuerdo con la voluntad divina bajo la gracia y de manera perfecta.

Gracias… Amén.

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