Cada palabra que sale de tus labios refleja lo que tienes dentro del corazón.
Las palabras tienen tanto poder que pueden llevar paz y alegría o guerra y tristeza. Cada palabra refleja lo que eres.
Y tanto puedes hacer el mal o el bien a ti mismo que al que la escucha. Antes de decir algo, medita y pregúntate: ¿ Como te gustaría que te hablen y te traten?
