Tantas veces nos aferramos a algo que simplemente por ser conocido, nos da tranquilidad… esa tranquilidad nos cuesta carísimo, ya que dejamos pasar nuestra felicidad por no soltar lo cómodo para pasar a lo que nos hace feliz. La vida es un eterno tomar decisiones, si no decidimos con el corazón y dejamos de lado los miedos, se nos pasa la vida.
Cerrar una puerta, implica mucho valor y fortaleza, pero que bien le hace a nuestro ser caminar con honestidad hacia lo que deseamos, lo que vibra profundamente en nuestro corazón.