RECONOCER Y ACEPTAR NUESTRAS EMOCIONES
Las emociones “negativas”, como coraje, tristeza, miedo, angustia, etc., siempre nos están indicando que algo en nuestra vida no funciona como nosotros deseamos o que algo nos está afectando. Sólo si reconocemos nuestra emoción y la aceptamos, es decir, reconocemos que esa emoción existe, que nosotros la estamos viviendo y que, de alguna manera, nuestra forma de pensar influye en ella, podemos actuar, tanto para resolver la situación que la produce, como para trabajar directamente en la emoción y disminuirla o eliminarla.
Para que puedas reconocerlas, es necesario que en cualquier situación difícil que estés viviendo, te des unos momentos para tratar detectar qué es lo que estas sintiendo. Si no puedes detectar la emoción, por lo menos reconoce qué es lo que está sucediendo en tu cuerpo, observa en donde sientes tensión, un nudo, algo que te oprime, etc.
También puedes hacerlo, preguntándote: “¿Si en una película, el protagonista estuviera viviendo esta misma situación, cómo creo yo que se sentiría?”
Recuerda que no por negar una emoción o por ponerle un nombre equivocado, ésta va a desaparecer o te vas a sentir mejor.
