NADA ES LO QUE PARECE…
¿De qué tienes miedo, hombre de poca fe? Mateo 8:26. Aquel que conoce la ley espiritual no se deja engañar por las apariencias. Persiste en VER en su mente mediante el autocontrol, fuerza de voluntad y esfuerzo consciente, la «SALVACIÓN DEL SEÑOR»: el bien.
En otras palabras, persiste en ver tal como es la Realidad de Dios: perfecta. Y como refuerzo adicional, también afirma a menudo con autoridad: «Las apariencias de ninguna manera me alteran. Yo tengo plena confianza en Dios y Él me concede enseguida los deseos de mi corazón».
