Deja ya de juzgarte. Descansa. Crees que los demás te juzgan pero eso no lo podrías sentir de no estar haciéndolo tú mismo hacia ti . Existe una sola vara, con la que te mides tú , y luego en tu mente la colocas en manos de otros y crees que ellos piensan de ti lo que tú estás pensando de ti.
También con esa misma vara tú los mides a ellos; como te mides, los mides ; solo los puedes ver desde tu propia medida. Porque el mundo solo lo puedes ver desde tus propios ojos. El juicio duele, independientemente de la persona a la que vaya dirigido , sea uno mismo o el otro. Por tanto, de la altura de nuestros juicios será el nivel de dolor que albergaremos dentro de nosotros mismos . La única vara que puede afectarte es la tuya , la medida solo la puedes disminuir tú mismo desde la comprensión y el amor , cuando sabes que has hecho lo mejor que has podido con el conocimiento y la capacidad que tienes a mano en cada momento.
El que te juzga es porque se juzga a si mismo. Todo se trata de cada uno. Solo nos conocemos en nuestro trato hacia los otros . Si estás hecho de chocolate no puedes entregar fresas. Cada uno da lo que lleva dentro. La vara la sostienes tú , solo tú puedes decidir disminuir tus propios juicios hacia ti y así disminuir la medida de tu propio dolor llenándote de paz, comprensión y amor hacia ti mismo . De lo que estés lleno es lo que saldrá de ti.
Recuérdalo siempre : eso que llevas dentro es lo que tú y solo tú vas a gozar o sufrir. Amar y aceptar es gozo; juzgar y rechazar , duele. No hay nada que juzgar , hay un mundo que comprender . Empieza por ti.
