EL PERDÓN ES LA RESPUESTA
Cuando dices: «Puedo perdonar, pero no olvidar», es solo otra forma de decir: «No voy a perdonar». Has de aprender que la gente lastimada lastima a otros. Es así como los patrones del dolor se transmiten, generación tras generación. Rompe la cadena el día de hoy. Y el primer paso para la curación es el perdón. Enfrenta la ira con solidaridad, el desprecio con compasión, la crueldad con amabilidad. Dile a todo aquel que te ha hecho daño: «Te perdono, te olvido, te suelto y te dejo ir». Sí, deja salir el resentimiento, la inquina, la rabia, el dolor…
Ante todo, no te hagas más daño. Renuncia a seguir viviendo cada día pensando en lo que te hicieron o en lo que te dijeron… ¡Acepta lo que sucedió! ¡Libérate! ¡Eso ya pasó! ¡Deja atrás el pasado! ¡Aprende a vivir en el aquí y el ahora! ¡Sigue con tu vida! O como muy bien ha enseñado el destacado escritor brasileño Paulo Coelho, conocido por sus libros de gran calado espiritual: «No permitas que tus heridas te transformen en alguien que no eres».
