La floración de las hortensias se produce en el extremo de los tallos, aunque algunas variedades también florecen en las zonas intermedias del tallo. Por ello y como la floración se produce en verano de los brotes surgidos el año anterior no podemos podar la hortensia de cualquier manera cortando todos los tallos. Hay que realizar una selección de tallos y ramas, a continuación veremos el modo de realizar la poda de esta planta.
Al final del invierno será el momento de proceder a la poda de la hortensia. Lo lógico sería pensar que si no podamos mejor, pero ello nos dará más flores pero más pequeñas y si cortamos todos los tallos el siguiente verano no tendremos flores. Hay que encontrar un equilibrio entre ambos extremos.
Así el primer trabajo a realizar será realizar una buena limpieza de la planta, cortaremos todas las flores marchitas por encima del último brote. También cortaremos todas las ramas que presenten mal aspecto sea por oscurecimiento o por estar dañadas.
Hemos de renovar la base por lo tanto debemos podar los tallos más viejos y dejar los más jóvenes. Reconoceremos los tallos jóvenes por su color más claro y por presentar más ramificaciones que los tallos viejos y su aspecto más saludable. Cortaremos los tallos viejos a ras del suelo.
Para ventilar la planta y que el sol pueda penetrar hasta la base cortaremos también algunas ramas para dejar espacio a los nuevos brotes. El corte lo realizaremos justo por encima de la rama más vigorosa, cortando obviamente la rama más débil. Con la poda lograremos que la hortensia tenga una floración sostenida en el tiempo y la planta esté más sana y vigorosa.
