Personalmente, saber que existe un Poder Superior amoroso del que todos podemos obtener guía, sostén y amparo si lo aceptamos, para lograr alcanzar tanto lo que deseamos, como para lograr superar todas las vicisitudes que enfrentamos, y con el que tenemos la capacidad de «conectarnos» a través de nuestra dimensión interior —si lo intentamos—, da sentido y propósito a nuestra existencia.
