Todo pasa por algo, confía en Dios.

¿Quién no ha sufrido una ruptura, un divorcio, la muerte de un ser querido, un conflicto laboral, una calamidad financiera, una enfermedad? Pues bien, estas aflicciones, estos momentos de crisis, de agitación emocional, suelen precipitar o iniciar en nuestra vida cualquiera de estas dos cosas:1. Convertirnos en simples víctimas a base de dejarnos llevar por el dolor o a base de echar la culpa a los demás.2. O convertirnos en artífices de un cambio positivo a través de una emocionante aventura de crecimiento interior.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s