El Ajo
El ajo es uno de los alimentos más usados en nuestras comidas, es un condimento ideal para darle un agradable a muchas preparaciones. Aunque con un desagradable sabor y olor, el ajo es uno de los alimentos más completos que encontramos en la naturaleza incluso tiene grandes propiedades antivirales, antimicóticas y antimicrobiana.
El ajo contiene una enzima denominada alicina la cual cuenta con grandes propiedades antisépticas y permite una efectiva estimulación del sistema inmunitario. Incluso, estudios independientes han demostrado que este tipo de enzima tendría la capacidad de eliminar patógenos entre los que se encuentran: cándida albicans, escherichia coli, estaphylococus aureus, hongos de la piel y uñas.
Aceite de orégano
Hay muchas bacterias que pueden ser altamente perjudiciales para nuestro sistema digestivo especialmente en nuestro estómago y tracto intestinal, Algunas de estas tipo de bacterias puede terminar por afectar la mucosa intestinal y generar infecciones o problemas incómodos como diarrea y estreñimiento.
Es así que el aceite de orégano se convierte en una buena opción a la hora de combatir este tipo de bacterias ya que contiene carvavrol, un tipo de enzima natural con propiedades antisépticas una de ellas es la de poder erradicar la bacteria MRSA, un patógeno que presenta resistencia a algunos tipos de fármacos antibióticos como la penicilina.
Equinácea
Este tipo de planta es usado desde hace décadas como tratamiento para contrarrestar los efectos adversos causados por el virus de la gripe estacionaria o tradicional. La Equinácea se puede encontrar en varias presentaciones en el mercado desde jarabes hasta cápsulas.
Estudios recientes avalan la efectividad de esta planta en el tratamiento de enfermedades infecciosas así como en el tratamiento antiséptico de heridas o impurezas en el flujo sanguíneo. Además gracias a sus componentes naturales podría ayudar a mejorar episodios de disnea o problemas respiratorios como asma o flemas.
