DIOS ES EL GRAN ALFARERO Y NOSOTROS SOMOS EL BARRO…
Tal como hace el alfarero con el barro hasta lograr una linda vasija, Dios nos moldea y santifica. Porque Dios quiere que seamos piezas útiles y de valor. Por lo tanto, es necesario que aprendamos a confiar en Dios y que nos rindamos a sus manos para que nos moldee a cada uno, para que haga de nosotros piezas de barro hermosas y útiles.
