APRENDE A SACAR LO MEJOR DE LO PEOR…

Según la leyenda, los «alquimistas» de la Edad Media se dedicaban a convertir el plomo en oro. No es mala ocupación si sabes cómo hacerlo. En cierto sentido, todos necesitamos ser alquimistas para ver más allá de las apariencias superficiales. El desafío cotidiano consiste en tomar situaciones infelices, planes que no salen bien, accidentes de coche, divorcios, personal desatento… y transformarlas en sucesos positivos. ¿Significa eso que deberíamos rezar por rompernos una pierna? No, pero si eso sucediese, intenta buscar alguna oportunidad que ofrezca ese «desastre». La pregunta es: «¿En qué me aprovecha esto?». El beneficio es inmediato a varios niveles: • Agradeces más lo que te aporta la vida. • Tu tranquilidad aumenta. • Ocupas una plaza en el autobús de la vida, en vez de andar detrás empujándolo.Los escépticos dirán que «eso es ingenuidad, y yo no quiero ser un alma bendita». Error. Cuando dejas de reaccionar con espanto frente a lo inesperado, te conviertes en una persona más equilibrada y estás en una posición más fuerte de cara a lo que pueda sobrevenir.

Andrew Matthews