Un estiércol maduro, es el mejor abono para rosales. El estiércol son los excrementos de los animales de granja. Tradicionalmente a los rosales siempre se les ha fertilizado congallinaza, palomina o el guano, por su gran aporte de nitrógeno, fósforo, potasio, y por su puesto una gran cantidad de materia orgánica.
Se recomienda aplicar alrededor de la planta un puñado cada dos meses.
