EL MISTERIO DE LA SOLEDAD
“En un momento u otro de nuestra existencia todos pasamos por la experiencia de la soledad. La soledad es un estado de conciencia extremadamente doloroso en el que el hombre se siente como lanzado a un espacio vacío, tenebroso, en el que ya no sabe dónde está ni adónde va… Jesús también atravesó este desierto oscuro cuando exclamó: “Dios mío ¿por qué me has abandonado?” Todos los humanos, incluso los más grandes Iniciados, conocen un día esta soledad indescriptible. ¿Por qué? Porque es una experiencia necesaria. No se comprende lo esencial, es decir las verdades del alma y del espíritu, cuando uno se siente feliz, satisfecho y rodeado de amigos, sino cuando uno se siente solo y abandonado. En realidad, ningún ser es abandonado en el verdadero sentido de la palabra. Incluso cuando debe atravesar las pruebas más terribles, cada uno se encuentra rodeado de espíritus y de entidades que le hablan y velan por él. La soledad no existe, no es más que un estado de conciencia pasajero, y para superar lo más rápidamente posible este estado de conciencia, no hay otro modo que apoyarse en el Ser que sostiene a todos los mundos en el espacio.”