El amor a nosotros mismos le da sentido constante a la vida, a nuestras relaciones, a nuestra cotidianidad…
Debemos sanar nuestro interior, nuestras emociones y pensamientos, es un acto de amor a nosotros mismos, y una oportunidad de respirar nuevamente como hemos dejado de hacerlo, sentir PAZ como hemos dejado de sentirla, soñar y tener FE como hemos dejado de tenerla, y encontrar que la vida, está de nuestro lado.
Estamos en esta tierra en el aquí y en el ahora, es nuestro derecho de disfrutar del amor de Dios, por eso afirma con fe y convicción:
Soy merecedora de todo lo bueno y maravilloso que la vida tiene para mí, acepto con humildad los regalos celestiales de mi padre, estoy abierta a recibir y a dar lo mejor de mi cada día.