SÉ SIEMPRE AGRADECIDO CON DIOS…
Haz que la gratitud a Dios sea parte de tu rutina diaria. No le des gracias solamente cuando tus oraciones sean contestadas. No le des gracias solo cuando las cosas sean perfectas. Dale gracias ahora mismo, ante las circunstancias actuales, ante las condiciones que estás enfrentando en este momento. Dale gracias por la vida; dale gracias por el día ante ti. Dale gracias por las oportunidades de aprender y crecer.