LA IMPORTANCIA DE SER LA RESPONSABLE DE TU VIDA

Pienso que tenemos una gran confusión.

Creemos, equivocadamente, que la palabra RESPONSABILIDAD viene acompañada con trabajo, dificultad, seriedad, complicaciones, discusiones con otros… y qué se yo cuantas cosas más.

Pero no es así.

En realidad, la palabra RESPONSABILIDAD debe ser relacionada con PODER.

Es decir;…

…cuando tú te conviertes en la responsable de tu vida, significa que adquieres el poder sobre tu vida.

Y curiosamente, ‘poder’ es algo que sí estás interesada en tener.

Es así que cuando aceptas el reto de ser responsable de tu vida, muestras que eres una mujer que se siente capaz y que tiene la voluntad de decidir.

Y esto no es para todas.

Únicamente aquellas mujeres que tienen control sobre sus pensamientos, emociones y comportamientos son mujeres con capacidad de tomar decisiones positivas hacia sí mismas.

Es decir, pueden asumir el mando sobre sus vidas.

Y ya que tú también quieres esto, déjame guiarte para que lo consigas.

Las ventajas de ser la única responsable de tu vida

La principal ventaja de ser la responsable de tu vida es que aceptar este reto, te regalas la oportunidad de construir la vida que tú quieres tener.

Imagina lo siguiente:

Imagina que escoges construir la vida con la que sueñas, tomas la decisión de atreverte y aceptas el control de tu vida.

Como resultado, tu estrés se reduce porque ya no estás a la expectativa de algo o de alguien.

Tampoco tienes ansiedad por saber qué va a ocurrir contigo. Sino que te concentras en hacer lo que está en tus manos para alcanzar lo que deseas.

Ahora imagina también que esta decisión te ayuda, como efecto secundario a mejorar tus relaciones personales.

Claro que sí!

Estás menos ansiosa y estresada y has dejado de esperar que las soluciones caigan mágicamente del cielo. Por supuesto que eso mejora tus relaciones ya que decides concentrarte en lo que es verdaderamente importante.

Y lo mejor de todo es que cada paso que avances es tuyo.

Es tu satisfacción interior y te va a permitir mirar tu futuro con verdadero optimismo.

Así es,…

…ser la responsable de tu vida te abre el camino para que tú decidas en qué dirección y a qué velocidad encaminarte.

Pero si todo esto suena tan fácil y bonito…

¿Por qué es que no lo estás haciendo?

La principal barrera que te impide tomar las riendas de tu vida

¿Por qué es tan difícil tomar tus propias decisiones?

¿Por qué cuesta tanto atreverte a aquello que sabes que es necesario?

¡Sobre todo, considerando que el resultado se supone que se siente realmente bien!

Pero aún así no todas las mujeres deciden tomar las riendas de sus vidas.

¿Por qué tantas mujeres prefieren pasar sus vidas quejándose de su trabajo, su pareja, sus hijos, su jefe, sus vecinos, sus amigas, etc en lugar de hacer algo al respecto?

Te responderé muy sencillamente:

Es más fácil quejarse que cambiar.

Y cuánto más te quejas, más confirmas que no puedes hacerlo y más información recolectas para justificarte.

Sí, cuando te quejas de tu vida pero no haces nada al respecto creas un estado de conformismo atroz e ira.

Te sientes herida y guardas resentimiento e indignación supuestamente “justificada”.

¡Oh qué fácil es caer en las justificaciones!

Especialmente si es que no tienes claro qué es lo que quieres alcanzar.

Cuando no sabes qué es lo que quieres, das mayor prioridad e importancia a “tener la razón” y ni siquiera aprecias el “soy feliz”.

Y entonces buscas ‘lavarte las manos’ culpando a otros.

Culpas a otra persona, cosa o circunstancia, te conviertes en la víctima de tu propia historia y te convences de estar en lo correcto.

Así se pasa la vida.

Queja por aquí, queja por allá y en muchos momentos esta práctica da comodidad y crees que con ello eliminas la amenaza percibida por tu ego cuando estás equivocada.

Cuando en realidad lo único que has logrado con esto es liberarte con poco esfuerzo de toda responsabilidad y tener la sensación aparente y momentánea de calma unida a un crecimiento de tu ego ya que has logrado que otra persona u cosa sean las culpables

De seguro que moverás la cabeza afirmativamente.

Sabes que evitar la responsabilidad es conseguir un alivio, un escape de la aparente incomodidad de estar equivocada.

Pero esto es temporal.

A largo plazo esta actitud hacia tu vida te generará el estrés crónico unido con el no tener control absoluto de tu propia vida.

Y esta actitud te llevará al final a poseer amargura, cinismo e ira con todo lo que te rodea y contigo misma.

Todo un círculo vicioso destructivo.

Así que deja de culpar a los demás y de buscar tener la razón y concéntrate mejor en ser la responsable de tu vida para construir tu propia felicidad.

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