Materializa tus deseos.

La diferencia entre el éxito y el fracaso es a menudo la habilidad para concentrarse, para focalizar toda la atención en un único objetivo. La concentración es más importante que la inteligencia en bruto.

Tener un objetivo muy claro, puede impulsar a una persona con una mente menos capaz, a alcanzar logros más grandes que una persona con una mente más capaz que no está focalizada. Una mente rápida no es necesariamente una mente enfocada.

Desear es la base de lo que somos y es la cosa por la que más responsabilidad tenemos.

Todo comienza ahí.

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