No lo olvides, siempre cada uno recoge lo que siembra
Es importante cultivar la humildad y aprender que nadie es más que nadie. Empieza a apreciar a los demás por quienes son y no por sus apariencias.
Cada uno recoge lo que siembra. Si siembras trabajo, recogerás éxitos. Por otro lado, si siembras amor, recogerás felicidad. Mientras que si siembras vientos, recogerás tempestades. En definitiva, si quieres que algo ocurra, pon todo de tu parte para que suceda.
Prepáralo, pero hazlo de la manera adecuada. Escúchate y escucha a tu entorno. Tampoco busques imposibles ni venganzas, ya que eso solo conduce al fracaso y la frustración.
