Quererse a uno mismo es darse el respeto y el amor que todos merecemos. Significa tener en cuenta nuestras necesidades y aceptarnos en todas nuestras facetas, atreviéndonos a ser quienes somos. Implica también no juzgarnos y criticarnos por cada error que cometemos. A esto nos referimos también cuando nos preguntamos qué es el amor propio.
Quererse a uno mismo es un reto diario y una apuesta de presente y de futuro por nosotros mismos. Si no lo hacemos no nos sentiremos bien con nosotros mismos y tendremos problemas de autoestima. Nos sentiremos inseguros y más inestables emocionalmente para enfrentarnos a muchas situaciones. Por lo que terminaremos atribuyendo los logros y lo valioso en los demás o en lo externo.
