Todas las personas podrán recordar momentos buenos y malos de su trayectoria vital. Sin embargo, existe gente que parece tener una increíble facilidad para estar todo el día reviviendo su pasado.
Pasar el día recordando aquello que sucedió antaño (tanto si es malo o bueno) no es precisamente la mejor opción para seguir con nuestras vidas, sino todo lo contrario.
Nos mantiene estáticos, nos impide movilizar nuestra energía para realizar nuevos proyectos o, simplemente, disfrutar del día en que nos encontramos.
