No te sientas culpable.

No te sientas culpable por buscar tu propio bienestar. No permitas que las opiniones de los demás te hagan sentir culpable cuando no hagas lo que ellos quieran. Piensa en ti

Sentirnos culpable por algo y permitir que los remordimientos nos den ese “toque de aviso” de vez en cuando nos ayuda a mejorar. Es adecuado y necesario. No obstante, como siempre ocurre en estos casos, el bienestar psicológico y emocional depende del equilibrio. Los excesos no son buenos.

La acumulación de culpa que nos limita y que veta nuestra libertad personal no es saludable ni adecuada. De hecho, estamos seguros de que a día de hoy arrastras en tu corazón muchos pesos relacionados con la culpa.

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