Hay palabras duelen más que cualquier golpe. Porque ellas penetran en mi mente, se instalan en ella y me transforman. Cambian mi seguridad por miedo, mi alegría por una profunda tristeza. Yo no era así, hasta que te conocí. Fue entonces cuando me convertí en alguien diferente, en lo que soy ahora. Alguien que cree que no vale nada, que merece todo mal que le hagan.
